PREGUNTAS

¿De donde proceden principalmente las enfermedades nosocomiales por enterobacterias?
a) de granjas
b) de hospitales
c) de los rios

¿Donde están las enterobacterias en los animales?
a) en el tracto intestinal
b) en el aparato respiratorio
c) solo estan en su piel

¿las enterobacterias es el grupo de bacterias?
a) mas grande
b) mas pequeño
c) menos infeccioso

DIARREAS DE ORIGEN BACTERIANO EN PERROS


Diversas especies bacterianas pueden provocar enfermedades gastrointestinales en los perros. Aunque se trata de bacterias muy distintas, presentan características comunes desde un punto de vista epidemiológico y patogénico: - Suelen formar parte de la flora normal del tubo digestivo de los perros, que las eliminan sin padecer ningún trastorno aparente. - Suelen producir zoonosis, puesto que los perros contaminan a menudo a seres humanos. - Las infecciones son siempre de difícil diagnóstico, dado que la interpretación de los coprocultivos bacteriológicos es muy delicada .- Estas infecciones son mucho más frecuentes en los cachorros y entre los perros de criadero. - Con frecuencia se asocian entre ellas o con enfermedades parasitarias o víricas. - Aparecen principalmente tras la ingestión de restos de alimentos caseros, alimentos húmedos o rehidratados, mal conservados o contaminados, en particular, carcasas de aves (práctica bastante corriente en los criaderos). - En los criaderos es posible prevenir eficazmente estas diarreas administrando alimentos secos que incluyan en su composición fructooligosacáridos (FOS) o arcillas naturales, sobre todo durante el período de destete.

Diarrea por Campylobacter spp.




Las bacterias del género Campylobac-ter son gram negativas, tienen forma curva y poseen un flagelo en posición polar (de 1,5 a 5 µm de largo y de 0,2 a 0,5 µm de diámetro). Las tres especies de Campylobacter que se aíslan con mayor frecuencia en perros son C. upsaliensis, C. jejuni y C. coli. Las principales fuentes de infección son las carnes (de ave para C. jejuni, de cerdo y de vaca para C. coli) y la leche de vaca (para C. coli) contaminadas, y la materia fecal de perros y gatos portadores (sobre todo para C. upsaliensis). Cuando en un criadero donde se emplean carcasas o carne de ave cruda en la alimentación de los animales aparecen casos de gastroenteritis, hay que sospechar una campilobacteriosis, sobre todo si se observan al mismo tiempo casos de gastroenteritis entre el personal en contacto con los perros enfermos (zoonosis grave, en particular en los niños).En muchos estudios epidemiológicos realizados en diversos países, con centenares de perros en buen estado de salud que vivían en perreras, se observó una eliminación regular de esta bacteria en los excrementos de más del 30 % de los animales, con un pico de eliminación a las 8 semanas de edad. Los portadores sanos representan el 43 % de los perros en Australia, el 37 % en los EE. UU., el 32 % en Suiza, el 29 % en Suecia y en Dinamarca y el 26 % en España. Otros estudios permitieron establecer que esta bacteria podía aislarse con mucha mayor frecuencia entre los cachorros de criadero que padecían diarrea.

Desde un punto de vista clínico, esta enfermedad afecta principalmente a los cachorros de menos de 6 meses de edad, que suelen padecer una diarrea pastosa o acuosa, a veces incoercible, con heces manchadas generalmente con estrías de bilis. Asimismo, puede observarse la presencia de moco y sangre. En general, esta enteritis evoluciona hacia una curación espontánea en pocos días, pero a veces se observa una evolución hacia la cronicidad durante varias semanas. En algunos casos raros, el síndrome diarreico puede acompañarse de vómitos, anorexia e hipertermia. Asimismo, se han señalado abortos y mortalidad relacionados con una infección por campilobacterias en perras. Dado el estado de portador crónico asintomático, algunos factores tienen una influencia preponderante en la manifestación clínica de la enfermedad: situaciones de estrés (destete, vacunación, administración de vermífugos, etc.), ingestión de alimentos contaminados (restos de matadero), enfermedades intercurrentes (virosis digestivas, enterotoxemias, parasitosis, etc.), malas condiciones higiénicas, etc.

El diagnóstico se basa en el aislamiento de la bacteria, en altas concentraciones, a partir de heces diarreicas. La técnica de cultivo es bastante delicada y es preciso utilizar medios de cultivo enriquecidos o selectivos (medio de Skirrow, medio con cefoperazona y desoxicolato, con o sin anfotericina, y teicoplanina). La mayoría de las veces, la presencia de sangre y de numerosos leucocitos en el examen microscópico de materia fecal basta para sospechar la participación de una bacteria enteroinvasiva (ver el capítulo relativo al coprocultivo bacteriológico).Les lesiones macroscópicas son principalmente edema y congestión de la mucosa del colon. En el examen histológico, se observa abrasión de las vellosidades intestinales, hipertrofia de las glándulas del epitelio intestinal y lesiones inflamatorias y hemorrágicas de la capa subepitelial.El diagnóstico es a veces farmacológico: ciertos antibióticos son activos contra Campylobacter sp., como por ejemplo, la tilosina, la eritromicina, la gentamicina, la clindamicina, el cloranfenicol y la asociación de amoxicilina y ácido clavulánico.

Diarrea por Salmonella spp. La infección canina por enterobacterias del género Salmonella

Se observa, en primer lugar, gastroenteritis con vómitos y diarrea de heces verdosas, generalmente hemorrágica, hipertermia pronunciada, conjuntivitis y trastornos respiratorios (bronconeumonía). En caso de infección masiva o cuando la infección se debe a un serotipo particularmente virulento, los signos clínicos evolucionan hacia un estado de depresión, hipotermia y coma que conduce a la muerte. En general, los adultos sólo presentan signos clínicos discretos, pero en las perras reproductoras pueden producirse abortos o mortinatalidad.Los exámenes de laboratorio son indispensables para establecer el diagnóstico. Hay que tomar muestras de materia fecal para coprocultivo, muestras de algunos órganos (en particular, el hígado), así como también muestras del alimento sospechoso. El tratamiento es principalmente sintomático. La pertinencia de instaurar una antibioticoterapia debe evaluarse muy bien por diversos motivos: es difícil erradicar la bacteria del organismo, existen o pueden aparecer fenómenos de resistencia a los antibióticos, los tratamientos suelen prolongar la eliminación fecal y esta infección constituye una zoonosis grave. Cuando es necesario instaurar un tratamiento antibiótico, es imprescindible aislar e identificar la cepa causal y realizar un antibiograma. La mejor medida profiláctica consiste en eliminar la fuente alimentaria de infección.

Diarrea por Clostridium spp. Los clostridios son bacterias gram positivas y anaerobias

Los signos clínicos son siempre graves, especialmente en los cachorros. Se observa una diarrea hemorrágica con heces nauseabundas, acompañada de deshidratación rápida y vómitos. La muerte ocurre al cabo de algunas horas, precedida por intensos dolores abdominales. En la necropsia, se observan lesiones limitadas al intestino, el cual se encuentra muy congestionado y contiene un líquido sanguinolento. En el examen histológico, aparecen lesiones necróticas y hemorrágicas de la mucosa del yeyuno y el íleon. Los exámenes bacteriológicos del contenido intestinal y el alimento sospechoso permiten aislar fácilmente los clostridios causales, cuando crecen en cultivo puro. Las posibilidades de tratamiento son reducidas, debido a la aparición súbita de la enfermedad y a su rápida evolución mortal. La mayoría de los antiinfecciosos son eficaces y su administración debe acompañarse del tratamiento sintomático habitual (rehidratación, alimentación parenteral, etc.). Como en el caso de la salmonelosis, la primera medida profiláctica que debe tomarse es eliminar de la ración los alimentos que representen un eventual foco de contaminación.

Diarrea por Escherichia coli

En el perro, contrariamente a lo que ocurre en muchas otras especies animales, las colibacilosis digestivas son enfermedades bastante raras y relativamente benignas. Los colibacilos son enterobacterias gram negativas, cuyo poder patógeno se debe a la presencia de factores de adhesión y a la producción de enterotoxinas, fenómeno limitado a cepas bien precisas. En los perros se han identificado ciertas cepas patógenas de E. coli, en particular, O118. Las demás cepas forman parte de la flora normal del tubo digestivo canino. Los colibacilos pueden producir dia-rreas más o menos graves, pero en la mayoría de los casos intervienen como factores de agravación de otras infecciones, como la parvovirosis o el moquillo. Puede sospecharse una diarrea por E. coli en el curso de un síndrome de la leche tóxica, en cachorros amamantados por su madre (que padece mastitis por colibacilos). El estudio histológico de la mucosa digestiva permite a veces poner de manifiesto los factores de adhesión. Los colibacilos pueden producir también otras infecciones, como piómetra, abscesos, pielonefritis, cistitis, etc. Estas afecciones se tratan con antiinfecciosos, en particular, polimixina E (colistina). se observa sobre todo en cachorros de menos de 6 meses que viven en perreras. Entre los perros adultos, se encuentra entre un 1 y un 5 % de portadores crónicos sin trastornos aparentes, pero en ciertas condiciones, la proporción de cachorros portadores sanos puede alcanzar un 25 %. Las salmonelas son bacterias gramnegativas patógenas para el hombre y las demás especies animales. Aunque los perros no constituyen el principal reservorio para la infección humana, se han descrito casos de transmisión del perro al hombre. La especie más frecuente en los criaderos es S. typhimurium, pero también pueden aislarse otras especies. Los principales focos de contaminación en los criaderos son los alimentos a base de carnes y los portadores asintomáticos (pájaros, reptiles o anfibios). En efecto, los restos cárnicos (en particular, aves mal evisceradas) y las carnes mal conservadas o descongeladas lentamente a temperatura ambiente suelen estar contaminados por salmonelas. Como ocurre con las campilobacterias, la acción patógena de las salmonelas de origen alimentario se manifiesta principalmente en los cacho-rros pequeños (en particular, durante el período del destete), en el curso de enfermedades gastrointestinales intercurrentes o situaciones de estrés, etc. El cuadro clínico es generalmente similar al de la parvovirosis aguda, con una alta mortalidad entre los cacho-rros, pero también pueden aparecer síntomas más particulares. La incubación es corta y los primeros signos pueden manifestarse unas horas después de la ingestión del alimento contaminado. estrictas, que forman parte de la flora normal del tubo digestivo canino. En los perros, se aísla esencialmente C. perfringens y C. difficile. Estas bacterias sintetizan enterotoxinas que provocan un síndrome de enterotoxemia. La aparición de una gastroenteritis por clostridios puede deberse a la presencia de otro germen patógeno intestinal. No obstante, la causa inicial del desarrollo de una epizootia por enterotoxemia en un criadero suele ser la administración de un alimento a base de carne, en el que dichas bacterias pudieron desarrollarse y producir abundantes cantidades de enterotoxinas. Estos accidentes pueden ser relativamente frecuentes cuando se utiliza para la alimentación de los animales del criadero restos de carne o carcasas de aves trituradas y congeladas. En efecto, si durante la descongelación no se toman las precauciones necesarias y se exponen los productos al sol o al calor, los clostridios se desarrollan muy rápidamente.

INFECCIONES NOSOCOMIALES

Se define como infecciones nosocomiales aquellas infecciones bacterianas que son adquiridas dentro de un recinto hospitalario y que dependiendo del período de incubación de estas, pueden manifestarse después de que el paciente ha sido dado de alta. Las infecciones nosocomiales se caracterizan por tener una notable resistencia a los antibióticos lo que hace difícil el tratamiento y control de ellas; por lo tanto es conveniente tener conciencia del posible origen de ellas con el fin de reducir el riesgo, idealmente eliminarlas y así prevenir su potencial desarrollo.

Esta revisión pretende dar una vista general del origen y manejo de este tipo de infecciones, como también señalar algunas estrategias para evitar la diseminación y resistencia bacteriana dentro de los hospitales veterinarios.
En la actualidad existe muy poca información, de éstas, en hospitales veterinarios, pero lo publicado ofrece una idea del problema dentro del área y de las posibles soluciones. El tratamiento de las infecciones puede ser difícil cuando la identificación del potencial organismo es desconocido ya que frecuentemente, los antibióticos son administrados sobre una base empírica hasta recibir los resultados de cultivo y antibiograma. La tendencia ha sido administrar antibióticos de amplio espectro, o aquellos que son recomendados para tratar los organismos difíciles, lo cual debe evitarse al menos hasta obtener resultados del laboratorio.
La presentación clínica de la infección, el sistema involucrado, la edad y la condición física del paciente, son factores a considerar cuando se selecciona un antibiótico. La idea es utilizar mesuradamente un antibiótico para obtener un resultado óptimo.


Consideraciones para reducir las infecciones nosocomiales fundamentalmente asociadas a resistencia

Una de las principales medidas en Medicina Veterinaria es disminuir el uso de antibióticos como medida profiláctica. Así por ejemplo, las indicaciones de terapia antibiótica en el perioperatorio, se sustenta en el riesgo de infección (lo cual en definitiva está determinada por el proceso quirúrgico y el estatus del paciente); al respecto los antibióticos no reemplazan las técnicas asépticas y no deben utilizarse de rutina. Los procesos limpios con tasas de infecciones menores al 2% no justifican el uso de antibióticos perioperatorios a menos que las consecuencias de la infección sean serias (por ejemplo neurocirugía o la inserción de prótesis).Tampoco los antibióticos deberían utilizarse como rutina cuando se manejan cateteres intravenosos, urinarios y drenajes torácicos.
Las infecciones nosocomiales son un punto importante para la práctica clínica, y deben ser enfocadas desde distintos puntos, teniendo presente que los pequeños grandes detalles son fundamentales para prevenirlas, ya que ellas alteran el éxito terapéutico y recuperación clínica de nuestros pacientes. Es por esto que de acuerdo a lo señalado anteriormente, se hace necesario establecer protocolos de manejo y desinfección tanto de las áreas de trabajo como de los pacientes. Estos deben ser respaldados por estudios microbiológicos y de resistencia bacteriana basados en la realidad nacional.

Determinación de salmonella y enterobacterias totales en huevos frescos de gallina


RESUMEN

Se realizó determinación de Salmonella y de Enterobacterias totales a 330 muestras de huevos de gallina de producción nacional. Se estudió la cáscara y el interior del huevo. En las primeras 180 muestras se analizaron las yemas junto con la claras y en las 150 muestras restantes se analizaron por separado. Se aisló Salmonella en 2 (0,60 %) y Enterobacterias en 58 (17,57 %) muestras de cáscara. No se aisló Salmonella en ninguna de las muestras del interior del huevo. Se obtuvo crecimiento de Enterobacterias en 1 (0,3 %) muestra de clara y yema juntas, en 13 (8,6 %) de las yemas y en ninguna de las claras. La calidad sanitaria de los huevos analizados fue satisfactoria tanto por la determinación de Enterobacterias totales como el aislamiento de Salmonella.


INTRODUCCION

Los huevos de gallina recién puestos no suelen estar contaminados, sí bien algunos microorganismos pueden ganar acceso a éstos a través del oviducto. Los microorganismos presentes en el interior del huevo proceden principalmente del tracto intestinal de las aves, el ponedero, el polvo, las cajas de embalaje y almacenamiento, etcétera,1,2 y pueden penetrar a través de los poros del cascarón si éste se encuentra caliente y se contamina con materia fecal fría, entonces los gérmenes pasan al interior, conforme este territorio se va enfrian-do.3

Entre los microorganismos productores de infecciones alimentarias que pueden estar presente en el huevo se encuentran Salmonella sp u otras Enterobacterias.4 (Viora S, Barrios H, Ferraroti J, Anselmo RJ. Estudio de un brote familiar de origen alimentario por Salmonella enteritidis. Memorias de la Conferencia Internacional sobre Ciencia y Tecnología de los Alimentos. La Habana, 1994).

En los últimos años en algunos países se han incrementado los casos de infecciones alimentarias por el consumo de huevo contaminado con Salmonella; en España a partir de 1978 se han incrementado las infecciones debidas a Salmonella enteritidis asociada con huevos o con productos elaborados a base de huevo como la mayonesa.5 En los Estados Unidos huevos de gallinas infectados fueron responsables de varios informes de infecciones en el humano por Salmonella enteritidis entre 1976 y 1986,5 y en Inglaterra también ha sido implicada la Salmonella enteritidis PT4 y la Salmonella typhimurium en brotes por medio del huevo.6,7

Por todo lo antes expuesto y por ser la salmonelosis la segunda causa de infección alimentaria en Cuba y la primera en el mundo,8,9 realizamos el presente trabajo para conocer el grado de contaminación del huevo por Salmonella y la calidad sanitaria de este alimento.


MATERIAL Y METODO


Se analizaron 990 huevos de gallina frescos de producción nacional para el consumo humano.

Las muestras se tomaron en forma aleatoria de los almacenes antes de la distribución a los centros de expendio, con una frecuencia de 2 ó 3 veces al mes. En cada muestreo se tomaban 30 huevos.
Se realizó la determinación de Salmonella en 25 g según la norma ISO,10 y la determinación cuantitativa de Enterobacterias totales según el proyecto de Norma Cubana.11


Cada muestra estuvo constituida por 3 huevos para un total de 330. Se estudió la cáscara y el interior del huevo. En las 180 primeras muestras se analizó la yema y la clara juntas y en las 150 muestras restantes se analizaron la yema y la clara por separado de la forma siguiente:

Los huevos se colocaron en un frasco estéril de boca ancha por medio de guantes estériles, se agregó 225 mL de agua peptonada con solución amortiguadora (medio de enriquecimiento), hasta cubrir completamente los huevos agitando suavemente para desprender las bacterias de la superficie de la cáscara y se dejó transcurrir aproximadamente 2 min; después se decantó la solución amortiguadora en su recipiente original, se tomó 1 y 0,1 mL y se depositaron en placas de petri estériles a las cuales se agregó un medio de agar rojo violeta con glucosa para la determinación de Enterobacterias totales por el método de placa vertida; el resto de la solución amortiguadora se incubó a 37 EC durante 18 h para la determinación de Salmonella (muestras de cáscara).

Después se le agregó alcohol de 95E y se mantuvo durante 2 min aproximadamente para desinfectar la superficie, los huevos se flameaban antes de cascar. Las yemas y las claras se colocaron en recipientes estériles (muestras de clara y yema juntas y muestras de clara o yema por separado).

Se realizó la caracterización bioquímica de las cepas de Enterobacterias aisladas según Farmer.


RESULTADOS

De las 330 muestras de cáscara de huevo solamente 2 (0,6 %) presentaron Salmonella, las dos fueron Salmonella c1: una fue no tipable y la otra fue Salmonella zioria, estos resultados procedieron de muestreos en diferentes fechas. En cuanto a la determinación de Enterobacterias totales, se aislaron Enterobacterias en 58 (17,6 %) muestras, de las cuales 7 dieron resultados mayores de 3 x 103 UFC/g; los géneros predominantes fueron Enterobacter sp y Escherichia coli.



Sobre las 180 muestras de clara y yema juntas en ninguna se aisló Salmonella y solamente en una (0,3 %) se obtuvo crecimiento de Enterobacterias, cuyo resultado fue de 2 x 10 UFC/g. La especie identificada fue Escherichia coli y coincidió con la muestra en cuya cáscara se había aislado este germen.


El estudio de yema y clara por separado se llevó a cabo por la posibilidad de que la alcalinidad de la clara pudiera inhibir cualquier crecimiento microbiano que hubiera en la yema. En ninguna de estas muestras se aisló Salmonella, ni tampoco en las muestras de clara creció Enterobacterias y en 13 (8,6 %) de las muestras de yema se aisló Enterobacterias aunque ninguna excedió la cifra de 5 UFC/g.


DISCUSION

Estos resultados son similares a los informados por De la Osa et al.,2 quienes obtuvieron el 1 % de positividad a Salmonella en cáscara de huevo, no la aislaron en el interior, sino Enterobacterias en el 12 % de las cáscaras y en el 7,1 % del interior.

Sobre la determinación de Salmonella nuestros resultados difieren algo de los de Perales et al.,4Chapman13 estudió huevos procedentes de 11 granjas y aisló Salmonella en los de 5 granjas. quienes estudiaron 180 muestras de huevos no involucrados en brotes de infecciones alimentarias y procedentes de granja o de almacenes, y aislaron Salmonella en el interior del huevo de una de las muestras (0,6 %) y en 5 (2,8 %) muestras de cáscaras.

Por la mayor frecuencia de recobrado de Enterobacterias que se obtuvo en las muestras de yema sola, para estudios del interior del huevo debe analizarse por separado la yema de la clara o la yema sola.

Los huevos analizados presentaron una calidad sanitaria satisfactoria, tanto por la determinación de Enterobacterias totales como en el aislamiento de Salmonella.

Resistencia De Las Enterobacterias A Los Antibioticos

Durante los últimos años, el problema de la contaminación de los ríos se ha agravado debido al incremento incesante de las poblaciones y por la demanda de servicios públicos. Los ríos Atoyac y Alseseca en el Estado de Puebla, México, tienen una mala calidad de sus aguas, representando potencialmented un problema de salud pública, ya que éstos tienen microorganismos potencialmente patógenos.

Las fuentes de contaminación más importantes son las descargas industriales y municipales, constituyendo los principales abastecedores de aguas negras a dichos ríos. Estas descargas presentan contaminación química, física y biológica. Dentro de la contaminación biológica destaca la presencia de microorganismos, principalmente enterobacterias.

En los países en vías de desarrollo, la aparición de microorganismos resistentes a antibióticos, se facilita debido al mayor número de casos de enfermedades entericas y al uso de antibióticos que no son prescritos por los médicos. Además debe considerarse la relación medio ambiente-salud en los estudios referentes a problemas de resistencia a antibióticos entre patógenos, la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas a nivel mundial. Otro aspecto que hay que considerar, es el papel que juega en estos mecanismos el cambio climático. De tal forma, para evitar dicho problema de resistencia a antibióticos, es necesario como medida preventiva, el uso prudente de los mismos en medicina humana y medicina veterinaria.

Enterobacterias

CARACTERÍSTICAS:

Es el grupo de bacterias más grande.

Están en el intestino formando parte de la flora intestinal (E.Coli).

Existen 20 géneros distintos y cientos de especies de los cuales pocos son infecciosos y siempre como oportunistas.

Tiene una enorme variabilidad genética, pudiéndose transmitir plásmidos de resistencia.

Son cocobacilos Gram -.

Poseen Cápsulas, flagelos y adhesinas (pilis comunes).

Tienen el antígeno K, el Ag somático y el Ag H (K, O, H).

Endotoxina (lípido A).

Orgánulos sideróforos.

Son anaerobios facultativos y fermentan la glucosa.

Carecen de citocromo C, por lo que son oxidasa -.