INFECCIONES NOSOCOMIALES

Se define como infecciones nosocomiales aquellas infecciones bacterianas que son adquiridas dentro de un recinto hospitalario y que dependiendo del período de incubación de estas, pueden manifestarse después de que el paciente ha sido dado de alta. Las infecciones nosocomiales se caracterizan por tener una notable resistencia a los antibióticos lo que hace difícil el tratamiento y control de ellas; por lo tanto es conveniente tener conciencia del posible origen de ellas con el fin de reducir el riesgo, idealmente eliminarlas y así prevenir su potencial desarrollo.

Esta revisión pretende dar una vista general del origen y manejo de este tipo de infecciones, como también señalar algunas estrategias para evitar la diseminación y resistencia bacteriana dentro de los hospitales veterinarios.
En la actualidad existe muy poca información, de éstas, en hospitales veterinarios, pero lo publicado ofrece una idea del problema dentro del área y de las posibles soluciones. El tratamiento de las infecciones puede ser difícil cuando la identificación del potencial organismo es desconocido ya que frecuentemente, los antibióticos son administrados sobre una base empírica hasta recibir los resultados de cultivo y antibiograma. La tendencia ha sido administrar antibióticos de amplio espectro, o aquellos que son recomendados para tratar los organismos difíciles, lo cual debe evitarse al menos hasta obtener resultados del laboratorio.
La presentación clínica de la infección, el sistema involucrado, la edad y la condición física del paciente, son factores a considerar cuando se selecciona un antibiótico. La idea es utilizar mesuradamente un antibiótico para obtener un resultado óptimo.


Consideraciones para reducir las infecciones nosocomiales fundamentalmente asociadas a resistencia

Una de las principales medidas en Medicina Veterinaria es disminuir el uso de antibióticos como medida profiláctica. Así por ejemplo, las indicaciones de terapia antibiótica en el perioperatorio, se sustenta en el riesgo de infección (lo cual en definitiva está determinada por el proceso quirúrgico y el estatus del paciente); al respecto los antibióticos no reemplazan las técnicas asépticas y no deben utilizarse de rutina. Los procesos limpios con tasas de infecciones menores al 2% no justifican el uso de antibióticos perioperatorios a menos que las consecuencias de la infección sean serias (por ejemplo neurocirugía o la inserción de prótesis).Tampoco los antibióticos deberían utilizarse como rutina cuando se manejan cateteres intravenosos, urinarios y drenajes torácicos.
Las infecciones nosocomiales son un punto importante para la práctica clínica, y deben ser enfocadas desde distintos puntos, teniendo presente que los pequeños grandes detalles son fundamentales para prevenirlas, ya que ellas alteran el éxito terapéutico y recuperación clínica de nuestros pacientes. Es por esto que de acuerdo a lo señalado anteriormente, se hace necesario establecer protocolos de manejo y desinfección tanto de las áreas de trabajo como de los pacientes. Estos deben ser respaldados por estudios microbiológicos y de resistencia bacteriana basados en la realidad nacional.

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